Pasión por el cava

Durante más de un siglo la estructura familiar de los Forns Raventós se basó en la comercialización del vino. Así lo cuentan documentos familiares que se remontan a 1836. Fue Albert Forns quien decidiera, en 1954, dejar el comercio del preciado líquido para apostar por la vitivinicultura y la elaboración del cava.

Mantuvo su pasión hasta 1982, cuando su hija María Rosa tomó el testigo para impulsar las cavas como una de las de más calidad del Penedés. Sumidos ya en la tercera generación de productores, no sólo continúan con la herencia familiar sino que se han volcado en la elaboración de cava con certificación ecológica a partir de cepas autóctonas de la zona como macabeu, xarel·lo y parellada.

Ubicada en el pueblo de Santa Fe del Penedés, a 8 metros de profundidad, los cavas Forns Raventós se impregnan de lo mejor de una tierra amante de las vides. Elaborados únicamente con mosto flor (mosto de primera prensada), que permiten una larga crianza, sus cavas se mantienen fieles a "coupages" tradicionales a partir de variedades diversas.

Hace años que Villa Emilia abrió sus puertas a la cadena de sensaciones que se desprenden de degustar uno de los cavas Raventós. La razón: los cavas cumplen con la filosofía del hotel de ofrecer productos respetuosos con el medio ambiente en sus procesos de elaboración, que mimen cada detalle y que busquen satisfacer a paladares exigentes.